viernes, 17 de abril de 2009

Coppola Lovely


Les dejo parte de una entrevista a Sofia Coppola sobre la pelicula:

Mi padre nos llevaba a casi todos los lugares donde rodaba. Aprendí muchas cosas, y concretamente en la mesa donde me sentaba, junto a Dean Tavoularis, su decorador, y junto a Vittorio Storaro, su director de fotografía. A mi padre no le gustaba nada separarse de sus hijos, por eso íbamos con él. Con cinco años me encontré en Filipinas durante el rodaje de Apocalypse Now. Ese fue quizás el mejor momento de mi vida.


Creo que el punto de partida fue Tokio. Solía viajar allí a menudo, he pasado largas temporadas en esta ciudad. Quería incluir en una película algunas de mis impresiones durante el tiempo que pasé allí: regresar a casa sola por la noche con las luces de neón, o escuchando música. El primer personaje en el que pensé fue en el interpretado por Bill Murray. Lo construí en parte tomando como base recuerdos personales: la primera vez que llegué a Japón, mi estancia en el hotel Park Hyatt que es un lugar de tranquilidad en medio de esta ciudad tan caótica. La primera vez que estuve en Tokio fue con motivo de la preparación de una colección de alta costura, porque en aquel momento yo trabajaba en el sector de la moda. Después encontré a gente que me pidió que hiciese fotos de maniquíes para su revista. Durante mi juventud tuve trabajos muy diferentes. Pero una de las razones por las que continué trabajando para algunas marcas de vestir es que me permitían ir a menudo a Japón.


Cuando comencé a escribir, nunca pensé en una comedia, sino en una historia romántica. Quería reaccionar frente a tantas películas tan frías, maliciosas, cínicas, y realizar algo más tierno relacionado con los sentimientos. Y poco a poco fui imaginando situaciones cómicas a las que Bill Murray se enfrentaría, pero que darían un carácter conmovedor a la historia.


Me ha resultado mucho más difícil concebir un guión original, dado que no tenía referencia alguna. Cuando se dispone de un libro como punto de partida, es algo así como hacer un puzzle: en cuanto surge un problema se puede recurrir al modelo.


Recuerdo las entrevistas que yo concedía en Tokio para el lanzamiento de Las Vírgenes Suicidas. Daba respuestas muy cortas y escuchaba a la intérprete hablar durante mucho tiempo en japonés. ¡Siempre me preguntaba qué se estaba inventando! A pesar de que ella me explicaba que la lengua era muy diferente, no podía impedir tener un sentimiento paranoico. A veces sucedía lo contrario. Un comentario muy elaborado se reducía a casi nada. Era muy frustrante porque nunca se sabe lo que le hacen decir a uno.


Sobre Bill Murray:
Siempre me gustó mucho como actor, y rápidamente pensé en él para recrear a ese hombre que atraviesa la crisis de los cincuenta y en un país en el que se siente muy desorientado. Al mismo tiempo, observaba todos esos spots publicitarios en los que actores conocidos alaban las cualidades de tal güisqui o tal café, y pensaba que no debía resultarles muy gratificante como experiencia. Imaginé varias situaciones de este tipo en el contexto de Japón. A continuación le envié el guión a Bill Murray, que es alguien con quien es muy difícil ponerse en contacto, y durante meses esperé en vano una respuesta de su agente. No tenía la seguridad de que aceptase el papel, aún siendo mi primera elección.



La primera vez que vi a Scarlett en el cine fue en la película Men in Love y ella tan sólo tenía nueve años. Desde entonces siempre me gustó por la sobriedad de su interpretación y la particularidad de su voz ronca. Quise encontrarme con ella para saber si tenía la edad suficiente como para interpretar este papel, pero no fue la misma obsesión que con Bill Murray, que debía interpretar a Bob Harris

Buscaba una cierta belleza, y el hotel mismo, su decoración, su arquitectura, me permitía sugerir el recuerdo de un momento encantado, algo onírico, que la diferencia horaria hizo posible. También quería una textura inmediata, informal, como la de una instantánea fotográfica.


Me encanta ensayar las secuencias, pero en esta película no tuvimos tiempo. Me gusta improvisar, pedir a los actores que me sugieran pistas antes de decidir qué se va a hacer. No soy una tirana sobre el plató.

1 comentario:

Anwar dijo...

Esperemos que Scarlett no se nos descuide y se quede hecha un palillo

Saludos

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